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Ernesto D' Alessio presenta a su familia

El actor está muy orgullosa de la famiia que formó con Charito

 Desde la intimidad de su hogar, Ernesto D’Alessio, de 35 años, nos presume a su familia: Charito, su guapa esposa, de 30; Jorge, de 7, el hijo que ella tuvo de una relación anterior y que le robó el corazón al actor; Sarita, de 4, quien heredó lo artístico; Ana Priscila, de 2, coqueta y divertida, y Juan Mateo, el bebé de 1 año 8 meses, que es la luz de la feliz pareja.

El actor está tan feliz, que quiso compartirnos lo que ha construido en 5 años de feliz matrimonio, durante los cuales ha tenido que pasar duras pruebas, como alejarse de los escenarios por el bienestar de sus hijos.

Ernesto trabaja y vive para ellos, y la semana pasada debutó en el DF en la obra Si nos dejan. ‘Gracias a Dios, hoy actúo sólo por hobby”.

-Ernesto, cuéntanos cómo es tu vida familiar...

“Con mucha paciencia, nunca pensé que detrás del plan de Dios, de tener una familia y una esposa e hijos, el Señor me estuviera transformando, porque en algún momento de mi vida declaré, y mi mamá te lo puede decir, que siempre soñé con tener una familia, y no tanto por haber crecido en una disfuncional”.

-Imaginabas una mesa con niños...

“Visualicé casarme y tener familia, y mi mamá me preguntaba: ‘¿cuántos hijos vas a tener?’, y le decía que dos niñas. Mi mami me cuestionaba: ‘¿y cómo vas a ser de papá?’, y le respondía muy seguro: ‘voy a ser un padre bien paciente y tranquilo (risas). Y no sé si te pasa que cuando vas en la calle y ves a una mamá batallando con un niño, dices: ‘¡ay, qué fea señora! (ríe), y ahora no la juzgo porque he ido comprendiendo lo que significa salir con niños. Nunca pensé que en los momentos más difíciles o exigentes de ser papá, y que son completamente naturales en nuestra vida cotidiana, harían surgir en mí a un ogro listo para saltar encima de ellos”.

-¿Es difícil educar correctamente?

“No creas que no me dan ganas de llamar fuerte la atención, pero no lo hago, si debo corregir a mis hijos tiene que ser en privado, no en público. Esa es mi filosofía de papá y me preocupa mucho no herir su autoestima. Pero no es fácil, luego estás en el súper, empieza el pataleo y el niño en el berrinche; a veces te gana y gritas: ‘¡levántate!’, sin importar que haya gente (ríe)”.
-¿Qué opinas de la educación con golpes?
“Tiene que haber equilibrio, un golpe no sólo lastima a un niño físicamente, sino su alma. Debe de haber un correctivo, pero tiene que ser en las pompis. Mi papá me daba nalgadas, y ¿crees que estoy traumado por eso?; obvio, no. Después hablas con él. Hay padres que dicen: ‘aquí jamás va a entrar un novio’, pero yo prefiero que cuando suceda, el galán esté en mi casa y que mis hijas tengan esa confianza con nosotros”.

-¿Tratas de corregir los errores de tus padres?
“Nunca he criticado a mis papás y jamás les he reclamado nada, sin embargo, mi mamá siempre ha vivido con la idea de que nos dejó por su carrera, y pide perdón por eso; como que me debe algo, y no. Por ejemplo, yo las telenovelas no las hago, porque necesito estar con mis hijos y mi esposa; el negocio en el que más necesito construir es mi familia”.

-¿Pero sí te hubiera gustado que tus padres estuvieran ahí?
“Me hubiese encantado tenerlos en más cumpleaños y festivales de la escuela, esos momentos que cuando eres niño no se te olvidan; y me hubiera gustado tener una familia estable”.

-¿Planeaban tener tantos hijos?
“Tiene que ver con la atracción física que no ha menguado nada (risas). Me operé, pero no funcionó y vino Juan Mateo, lo cargo y digo: ‘gracias a Dios que no funcionó”.
 -Tu familia con Charito empezó antes de que estuvieran casados, ya que la conociste con un niño... “Cuando conozco a mi esposa y a Jorgito, me enamoré de los dos. Fue una doble bendición, él es mi niño y yo no hago distinción entre mis hijos, los trato por igual a los cuatro. Para Jorgito yo soy su papá y no conoce a la otra persona, ni lo va a conocer, porque así desapareció”.

-¿Es fácil para Charito tener como suegra a Lupita D’Alessio?

“Según yo, y no quiero herir susceptibilidades de las otras nueras (risas), pues se lleva extraordinariamente bien con Marichelo, pero creo que tiene que ver el tiempo que lleva mi esposa conviviendo con mi mamá”.

-¿Tu mami ha cambiado?

“Mucho, hay que ver la vida de mi mamá para decir, ‘hay un antes y un después, y Dios existe’ (risas). Si la vieras con sus nietos, les tiene los pañales, cosas para las niñas; le compró una cuna a Mateo. La veo y le digo, que qué bueno que vive esto, por el tiempo que no pudo pasar con nosotros”, concluyó el actor.

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