Estaba comprometido al 100% con el deporte blanco y su sueño era ser medallista olímpico.
Armando Torrea, antes de dedicarse a la actuación, fue tenista profesional y realmente nunca se imaginó como actor, pues creció admirando a Andre Agassi.Este guapo histrión inició su carrera ya siendo mayor, pues él estaba comprometido al 100% con el deporte blanco y su sueño era ser medallista olímpico, pero fue durante un torneo en Francia cuando este sueño cambio de rumbo.
De ser un excelente tenista en México, Estados Unidos y Sudamérica, durante dicho torneo su desempeño fue tan bajo y la soledad tan basta, que afectó sus resultados.
Armando se lesionó y al dejar de percibir el ingreso que el deporte le dejaba, se vio obligado a regresar a México y le dijo a su padre que ya no quería ser profesional del tenis, ahora quería ser actor.
Alternando la actuación con sus estudios en el CEFAT, Armando demostró su potencial y logró obtener el protagónico juvenil en la novela 'Prófugas del destino'.
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