De las mujeres que padecen diabetes mellitus tipo 2, es decir siete de cada 10 (70%) desarrolla con frecuencia infecciones vaginales debido a que la mayoría no tienen controlados los niveles de glucosa, que representa un aliciente para el desarrollo de microorganismos y bacterias
En entrevista con Notimex, la ginecóloga-obstetra Angélica Illescas Arana precisó que las que sí tienen controlados sus niveles de glucosa con medicamentos y dieta, tienen un riesgo normal de poder desarrollar una infección de este tipo.
"En las mujeres con diabetes la primera enfermedad que las afecta es candidiasis y en este caso, siete de cada 10 que tienen la glucosa alterada pueden llegar a tener un tipo de infección vaginal", advirtió la integrante de la Asociación Nacional de Colposcopia.
Resaltó que todas las mujeres deben cuidar la higiene íntima para prevenir constantes infecciones; pero las diabéticas deben hacerlo con más atención, pues como para todo ser vivo la glucosa es nutrición, el incremento de azúcar en la sangre (glucosa) favorece el crecimiento de microorganismos.
La especialista en ginecología y obstetricia abundó que no atenderse debidamente las infecciones vaginales tiene como consecuencia que se infecte el útero y se extienda a las tubas uterinas o trompas de Falopio, lo que genera la enfermedad pélvica inflamatoria.
Lo anterior es muy grave porque se puede tornar una situación crónica o provocar un absceso que se reviente dentro del abdomen y desarrollar una peritonitis que incluso puede provocar la muerte.
"En los casos crónicos se obstruyen las tubas uterinas y representa una dificultad para embarazarse; por ello es importante vigilar y prevenir con higiene infecciones tanto provocadas por bacterias u hongos, así como por virus, como el de Papiloma Humano (VPH) que es precursor de cáncer", expuso.
Illescas Arana explicó que la candidiasis es generada por un hongo que se caracteriza porque se expresa más en aquellas personas que tienen las defensas bajas o son inmunodepresivas, como las diabéticas, con VIH o cáncer, así como en quienes ingieren muchos antibióticos.
Precisó que la cándida normalmente se encuentra en el organismo, sobre todo en la boca y en la vagina, pero cuando algo altera la composición normal del organismo se eleva su formación y genera infecciones.
La forma en cómo se manifiesta es con un flujo espeso y blanquecino "como requesón", que da comezón, ardor y dolor al tener relaciones sexuales.
Señaló que si en quienes no padecen enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, cáncer, sobrepeso u obesidad, es difícil combatir y curar estas infecciones, en las mujeres con diabetes se duplica la dificultad.
"En las mujeres con diabetes es más difícil curar dicha infecciones, además de que son más recurrentes. El problema no es solamente que le dé frecuentemente, sino erradicarle la primera infección es complicado', indicó.
La ginecobstreta resaltó que cualquier persona diabética tiene que cuidarse más, porque cualquier herida le tarda más en curarse y cualquier infección es más difícil de erradicar; de ahí que sea muy importante tener la glucosa controlada y mucha atención en la higiene íntima.
Señaló que a nivel del área genital hay un PH específico y si se altera es más fácil tener infecciones, por lo cual es importante mantenerlo adecuadamente pero sin exagerar en la limpieza vaginal.
Refirió que los lavados vaginales, sobre todo frecuentes, alteran el PH y también si hay alguna infección la favorece; tampoco se deben utilizar perfumes ni jabones perfumados en esa área del cuerpo.
La mujer diabética es mucho más sensible el tejido, por lo que deben dejar de usar tangas que consideran se ven muy 'sexis', pero que les provocan problemas como irritación y abren la puerta a infecciones, indicó.
Lo más recomendable es utilizar pantaleta completa de algodón y que no esté ajustada para evitar que las lastime; tampoco se deben mantener los pantiprotectores o toallas higiénicas por largos periodos, sino que se deben cambiarse de manera constante, cada tres o cuatro horas máximo.
Otra recomendación es evitar el uso de zacates, cepillos o sustancias que puedan provocarles irritación o aberraciones.
Agrego que existen geles y jabones especiales para la higiene vaginal que son recomendables, así como cambiar la idea de creer que son innecesarios, pues es lo mismo que el uso de champúes para el cabello o las pastas dentales.
"Usar este tipo de geles para la higiene vaginal ayudan mantener el PH y a regenerar el tejido de las zonas afectadas por infecciones recurrentes", comentó.
"El gel que deberían usar es el que está elaborado con ácido láctico lo que mantiene el PH; que tenga agua termal que regenera al hacer que haya mayor producción celular y desinflama, con lo que se logra la protección de la zona vaginal", explicó.
La expecialista también recomendó hacerse cada año el papanicolau y la colposcopia, sobre todo cuando las mujeres han iniciado su vida sexual.
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