Jorge y Javier recuerdan con gran cariño los momentos vividos con su padre y las motocicletas.
Para Jorge y Javier Poza, el motociclismo no es un simple pasatiempo de moda, ellos lo ven como una tradición familiar.Todo se remonta a cuando eran niños. Su padre los paseaba en motocicleta, les inculcó el amor por estas máquinas y recuerdan con gran cariño esos momentos con su padre.
Javier pudo comprar su primer moto gracias a un préstamo de su abuela a los 13 años y recuerda cuando su padre los amarraba con un cinturón para evitar que se cayeran de la moto cuando les daba una vuelta.
Por su parte Jorge, considera que el gobierno debería de fomentar el uso de este vehículo debido a que no ocasiona tráfico, y gracias a que es muy disciplinado, nunca ha tenido un accidente.
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