A sus 77 años regresó con su mujer a Veracruz, la tierra que lo vio nacer.
Con gran tranquilidad y amabilidad nos recibió don Raúl Araiza (de 77 años) en su casa de Veracruz, lugar que lo vio nacer y donde se siente cobijado en este momento tan difícil de su vida, por la tranquilidad del puerto, el mar y el clima, que es lo que hoy lo hace sentir mejor.Por eso decidió refugiarse aquí desde hace un mes, para recuperarse de la neumonía que lo tuvo internado en un hospital de la Ciudad de México un par de meses atrás.
Desafortunadamente, el cáncer de próstata y huesos que padece lo debilitó, sin embargo, ha salido adelante y accedió a contarnos sobre el proceso tan difícil que ha tenido que enfrentar, pero que con gran sabiduría acepta, ya que asegura haber vivido al máximo.
Con varios kilos menos, platicamos con el actor, director y
productor de telenovelas, y su esposa Irma Garibay, quien ha sido su
gran apoyo.
-¿Cómo se encuentra de salud?
Este año ha sido pesado porque, independientemente de la próstata,
tuve una neumonía que es la que me tiene débil todavía y me vine a
Veracruz”.
-¿Cuánto tiempo tiene viviendo en el puerto?
Tengo esta casa desde hace 14 años, a veces venía a descansar y ahorita
llevo como un mes, quiero recuperarme; además hago la adaptación de una
novela con Tere Valadés”.
-Las enfermedades no sólo afectan la salud, también la economía familiar…
“Desde luego, afortunadamente toda mi vida trabajé en Televisa y me
tiene en muy buenas condiciones; además de apoyarme en todo lo mío, y
eso es de agradecerse. Yo dediqué mi vida a ellos y me corresponden con
cariño”.
-¿Tiene exclusividad vitalicia?
“Por ese lado estoy tranquilo”.
-¿Por qué le dio neumonía?
“Quién sabe, creo que fue una anemia, pero tengo un problemilla en la próstata y seguro me afectó las defensas del organismo”.
-¿Es el cáncer de próstata?
“Así es -contesta tranquilo-, y el tratamiento me debilita, aunque
va muy bien, pero tengo que andar con bastón, por eso casi no salgo. La
recuperación me va a llevar un rato”.
-¿El tratamiento son quimioterapias?
“No, es otra medicina más suave; el mal se descubrió a tiempo, aunque
también lo tengo en los huesos; me ponen dos inyecciones cada 21 días,
una para la próstata y otra para los huesos, además de vitaminas”.
-¿Le tiene miedo a la muerte?
“No -ya se nota un poco cansado al hablar-, le tengo miedo al
dolor, a tener que pasar meses sufriendo. Las mujeres soportan más los
dolores, pero los hombres no. Con la neumonía me sentía muy mal y eso es
lo que me da miedo”.
-¿En el hospital llegó a imaginarse que podría pasarle lo peor?
“Pensé que no quería estar sufriendo, no se vale; morir, todos lo
vamos a hacer, eso es lo único que tenemos cierto, pero lo importante es
vivir con cierta calidad de vida”.
Fuente : TVNOTAS
