Vanessa Oyarzun nos cómo es la relación con su mami ahora que vive con ella y su esposo.
Cuando Vanessa Oyarzun se casó, le dijo a su esposo que tenían que hacerse cargo de su mamá, por lo que ahora la modelo nos relata por qué puso esa condición.“Mi mami batalló para sacarme adelante; yo era la niña de la doméstica e iba a donde ella trabajara, me portaba bien, me quedaba en la cocina y no tocaba nada de la casa. Soy hija única y mi padre no se hizo cargo de mí, ni lo conocí. Cuando iba a cumplir 15 años, en Venezuela, quise conocerlo, le hablé por teléfono, pero no tuvo buena actitud y lloré mucho. Él ya falleció y me hubiera gustado que viera famosa a la gran hija que se perdió, sin embargo, ya ni se enteró”, dijo la 'Vecina'.
-¿Fue una situación muy difícil para ti?
“Para mi madre, porque cuando mi papá la dejó se quedó sin nada, pues no sabía hacer nada. Me sacó adelante y se privó de todo, pero me mandó a estudiar en una escuela privada y ahora la mantengo. Me la traje a México y su único trabajo es preocuparse de mí y por supuesto que vive con mi marido, Israel Maldonado, y conmigo, pues cuando nos casamos él sabía que era el combo completo y no respingó, de lo contrario no me hubiese casado, ya que lo único y más valioso que tengo es mi mamá; no la dejo por nadie. Recuerdo que cuando yo quería ser modelo, mi mami trabajaba hasta la madrugada”.
-¿Viven en Tepoztlán, Morelos?
“Sí, el terreno está a nombre de mi mamá y ahí estamos construyendo su casa, digo que es su casa porque yo tengo que ver por ella y si algo me pasa, tiene que estar a su nombre, pues mi marido tiene hermanas que ya hicieron su vida, pero no me gustaría que nadie le ocasionara un problema a mi madre”.
-¿Y ella los atiende?
“Israel no se atrevería a decirle que le lave, porque aunque viva con nosotros no es la encargada de la limpieza, es mi madre y tiene un lugar en la casa, es mi amor número uno y yo sería una malagradecida si ella no fuera lo principal. No le lavo ni le plancho a mi pareja, y si me levanto antes, él tiende la cama, me atiende más a mí y a cambio lo consiento, aunque sabe que no me gusta hacer la limpieza, que no sé lavar ni usar la lavadora”.
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