Para la cicatrización

La solución perfecta para un raspón que sangra.
 ¿Tu pequeño se raspó las rodillas y sangra?, aplícate fometos con una infusión de tomillo: incorpora tres ramas a un vaso de agua hirviendo, espera a que se enfríe, humedece una gasa en la solución el raspón.

Retira después de dos minutos. Repite dos veces al día.

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