Tras terminar el partido de ida de la semifinal entre Las Águilas del América y Los rayados de Monterrey en un empate a cero goles, al América solo le queda ir por un triunfo a la cancha de los rayados, si es que pretende seguir en la competencia y ser el primer finalista.
El primer tiempo se jugó como debe jugarse una semifinal, con garra, deseos y, sobre todo, propuesta ofensiva por parte de los dos cuadros, ya que en ambas porterías hubo situaciones de gol y grandes atajadas.
Los primeros minutos fueron del América, se paró bien en la cancha, movió el balón a placer, desesperó al rival y tocó la puerta en forma constante, sin embargo, no supieron se contundentes, además de que Jonathan Orozco se mostró muy atento y eficaz.
Durante este periodo de supremacía azulcrema y, en general casi todo el primer tiempo, Paul Aguilar fue quien condujo de mejor manera los ataques de su equipo, pero también se tuvo que enfrentar a las fallas de las mejores oportunidades.
El dominio local se desvaneció poco a poco y las acciones se emparejaron, los del Monterrey empezaron a quitarles el balón y, al mismo tiempo, a crearse espacios al frente, principalmente por parte de Cardozo y Delgado.
De Nigris fue quien tuvo la más clara, pero de este lado, Moisés Muñoz demostró que también pasa por gran momento y que no sería sencillo vulnerar su cabaña, por lo que no se cansó de hacer buena atajadas y salidas para evitar que el visitante se fuera al frente.
La primera mitad terminó igual que como empezó, con la pólvora encendida por parte de los dos equipos, pero sin puntería en ninguno de los tiradores, por lo que se fueron al descanso con las manos vacías.
En el segundo tiempo, el América salió, una vez más, en busca de un gol que le diera un poco de tranquilidad en sus ataques y, principalmente, en la vuelta en tierras regias, sin embargo, éste nunca se presentó.
Conforme fueron pasando los minutos, los comandados por Víctor Manuel Vucetich le bajaron a la intensidad de su juego y, al mismo tiempo, enfriaron los embates americanistas, ya que estaban conscientes de que el empate es suficiente para volver a casa y resolver el pase.
Una vez atrincherados en propio terreno, no hubo fuerza ofensiva que lograra abrir el muro defensivo construido por los regios y, a pesar de que se llevaron algunos sustos, lograron el objetivo de volver a casa sin daño alguno.
La vuelta se jugará el sábado en el Estadio Tecnológico de Monterrey, dónde, de persistir el empate, losRayados estarían llegando a la Final del Clausura 2012.
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