Aseguró que le fascina comer "hasta reventar".
Es evidente que para François-Henri Pinault las curvas latinas de su esposa, Salma Hayek, son uno de los factores que lo hicieron enamorarse de ella.Y es que la nominada al Oscar confesó que una de sus pasiones es comer "hasta reventar", pero mantiene una figura envidiable a pesar de que no acostumbra ejercitarse.
"Yo sé que soy bajita y rechoncha, pero mi marido me quiere así", confesó Salma, quien reconoció que podría tener mejor cuerpazo si así se lo propusiera.
Es tal el amor del magnate, que la convenció de regresar a la actuación en la película 'Salvajes' de Oliver Stone, pues ella ya se quería dedicar por completo a su hija, Valentina Paloma, y a su vida de esposa y productora.
"Fue él quien me animó a volver", explicó Hayek, quien se comprometió con el multimillonario tras darse a conocer que estaba embarazada en 2007.
