Los pasajeros no quisieron poner cargos.
Al parecer todo estaba bien aparentemente pero al cabo de un rato le dieron el hombre una bebida con un poco de alcohol todo apunta a que esto fue lo que ocasiono que el hombre enloqueciera.
Los pasajeros a bordo que estaban siendo perturbados por los gritos del hombre decidieron poner fin por sus propios medios a las locuras del pasajero ebrio.
Lo ataron con cinta a su asiento pues no solo gritaba si no que también trato de ahorcar a la tripulante que estaba sentada a su lado ademas de taparle la boca también con cinta.
Al llegar a la ciudad de Nueva York los pasajeros ya no quisieron discutir el asunto con la policía ni levantar ningún cargo pues claramente el hombre ya había sido castigado.
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